2do Fanfic Capítulo 7:

Antes de comenzar digo: escena hot… no sé como la prefieren llamar, esa escena la saqué de un fanfic así que…solo lean…. (me da nervios escribir esas escenas)

P.O.V JULIE:

Daniel no hablaba nada de camino a casa, yo cerraba los ojos solamente para intentar de olvidar otro día malo de mi vida.

Finalmente llegue a casa, aún no creía en la actitud caballera de Daniel, raramente él era educado. El me llevó hasta mi cuarto y me dejó en la cama.

-todo va a estar bien- Daniel afirmó, acariciando mis cabellos.

Quedé en silencio, todavía pensativa, pero, le sonreí a Daniel que retribuyó el acto. El todavía acariciaba mis cabellos, sentado en mi cama, nos estábamos acercando cada vez más… lo abracé.

-gracias- hablé débil…. y los solté, todavía en sus brazos, Daniel tomó impulso  y llegó más cerca de mí, mi respiración comenzó a quedar pesada… y por puro instinto nos besamos, un beso dulce que se estaba transformando en un beso caliente y lleno de pasión. Era como si Daniel mostrara un sentimiento muy oculto dentro de el, nosotros sabíamos que no podíamos alimentar eso, mas, era imposible.

El beso estaba cada vez más intenso a cada instante, pase la mano sobre su pecho. Daniel me trajo mas para su cuerpo.

Estaba quedando casi sin aliento, mas no podía parar con eso, desabotone su blusa roja, todavía besándolo, tuvimos que parar por falta de aire.

Nos miramos, Daniel sonrió al ver mi respiración pesada, deslizó sus manos hasta llegar a mi cola, apretándolas con un poco de presión, mientras mordisqueaba y chupaba mi cuello constantemente. Después nos besamos, nuestras bocas estaban graduadas intensamentes, mi lengua viajó cada centímetro de su boca caliente. Sus dedos estallaron en mi cabello, masajes y tracción.

Interrumpido el beso por el aire, lentamente deslizó sus piernas. Yo me estaba aguantando en el exterior, el interior era como un toro loco para atacar y destruirlo por completo. Me concentré en sus ojos y se lentamente acercó lentamente a mí, me encontré al borde de la cama, se arrodilló y se pegó  nuestros cuerpos. El chupaba mi  piel como si quisiera quitarse la vida, di un gemido y  eso me dejó con ganas de más y más a tenerlo.

Me arrancó el sujetador y fijó sus ojos en sus pechos. Se inclinó sobre mí para acostarse. Así que se colocó entre mis piernas, una posición hermosa. Me tocó mis pechos, yo sólo me centré en  sus manos en contacto con mi piel suave e hinchada; gemí cuando me presiona. El volumen de sus pantalones se notaba desde la distancia, pero yo la estaba sintiendo, porque yo estaba en contacto con su volumen.

Me acostó sobre mí  y comenzó a tragar mi pecho izquierdo, chuparlo, mordisquearlo, experimentándolo y disfrutando de sí mismo.

Se desabrochó los pantalones y yo también, Daniel después me terminó de quitar los míos.

 
Lo volví a besar y el acariciaba mis pechos. Bajó a mi cuello, ya marcado, mi busto fue demasiado invitando a pasar desapercibido por él, aspiraba con paciencia, sin prisas.

Besó mi  vientre, recorriendo con la lengua a fondo para cada parte de ella. Empezó a llover duro, sirvió como un acompañamiento perfecto.

Finalmente llegamos a la perdición o la salvación del hombre. El cielo y el infierno, separado de mí por una pequeña pieza de tejido transparente y húmeda, luego sacó el último impedimento acompañado por los dientes, y me dejó loca.

Engulló mi intimidad y disfruto de mi. Grité su nombre y el negó con la cabeza, yo estaba con las piernas temblando. Me penetró con el dedo, haciéndome gemir, su cuerpo sudoroso brillaba en la penumbra de la habitación.

Me volví a besarlo en la boca, mientras él se quitaba los pantalones con cierta dificultad debido a mi gran excitación. Finalmente se deshizo de todo lo que me podía separar desde el cielo.

Apenas podía creer que lo haría, sin nada, solo nervio en carne. Abrí las piernas y me penetró, al principio dolió pero después se fue llenando de placer.

Me penetraba por completo, me quedé inmóvil durante unos minutos, simplemente disfrutando de la sensación detenerlo dentro de mi, sentir su calor y su piel aterciopelada.

Mis caderas se movieron, algo natural y necesario, tan bueno como el sentimiento era que tenía que irme a dar placer. El entraba y salía de mi con calma, "allanar el camino" para entrar con más facilidad. Tomé sus dulces labios intensamente, agarré su espalda y aruñe su piel desnuda, causando dolor y  placer en él.

Nosotros estábamos sudorosos, no tan diferente a mí, con el pelo que cubría parte de mi rostro. Los saqué, después de todo lo que quería ver las reacciones faciales que le causaron.

Dejé a Daniel debajo de mí y yo me apoderé de la situación. Me monté sobre él, mis pechos saltaban por la presión y Daniel se excitaba, hacía movimientos más fuertes y  aumenté la velocidad. Esto estaba muy loco, delicioso, hermoso, elegante, todo lo que un adolescente podaría desear y más cuando ese momento es muy soñado por alguien.

Gotas de sudor cayeron en su abdomen definido, mis piernas empezaron a zumbar, lentamente yo me suavicé, mi orgasmo fue completa. Aceleré de nuevo un rato y hasta que el llegó pronto a su orgasmo.

Me caí exhausta sobre el pecho de Daniel. Nuestros cuerpos se abrazaron, sentía el fuerte pulso de su corazón, que latía como el mío. Abrí una sonrisa. Fue así de... Perfecto? No, algo más allá de la perfección.

Daniel comenzó a hacerme caricias en mi cabello y a cantarme, cada vez iba cerrando mis ojos, estaba tan cansada que en un momento todo quedó oscuro demostrando que había dormido en los brazos de Daniel como nunca pensé en hacer.

P.O.V DANIEL:

Día cansado?... no lo dudes, y mas cansativo durante la noche lo que fue la mejor parte, había hecho amor con Julie, algo que nunca pensé hacer, estaba más que feliz, mejor dicho estaba emocionado… Julie estaba acostada sobre mi pecho y yo estaba ahí acariciándola en su cama y cantándole calmadamente hasta que se durmiera que fue lo que hice unos minutos después de que ella cerrara su par de ojos.